
Usos de las etiquetas RFID en el seguimiento logístico
Las etiquetas RFID nos proponen una herramienta muy sencilla y accesible para identificar cualquier tipo de producto, de hecho, permiten este proceso de forma inalámbrica. Como tal, se han convertido en una parte fundamental de los trabajos logísticos y son muy populares en este sector, por no decir que resultan imprescindibles en la mayoría de los casos.
La logística no deja de ser un recurso para la organización, tránsito y control de los diferentes productos. Por lo tanto, el seguimiento es una parte clave para este tipo de trabajos. Pero, ¿cómo se usan las etiquetas RFID en el seguimiento logístico?, ¿qué papel guardan? A continuación, te lo contamos.
¿Qué son las etiquetas RFID?
Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) garantizan la trazabilidad de un paquete o producto porque son herramientas para identificar cada artículo de forma sencilla e inalámbrica. Se trata de dispositivos inteligentes con un tamaño lo suficientemente pequeño como para emplearlo en todo tipo de objetos, capaces de almacenar datos y mostrarlos a los operarios mediante señales de radiofrecuencia siempre que lo necesiten.
Pese a que no ocupan apenas espacio, nos ofrecen la posibilidad de guardar mucha información y mantenerla a punto a lo largo de todo el proceso de trazabilidad. De esta forma, los trabajadores tienen la oportunidad de conocer el tiempo real y siempre que quieran todos los datos relevantes de un paquete.
Para su uso no hace falta contar con grandes recursos ni se trata de una instalación excepcionalmente sofisticada, es parte de su fortaleza. Hay que disponer de un lector para decodificar la información cuando se requiera y las propias etiquetas se pueden crear a demanda con impresoras especiales, puedes conseguir una de ellas en sitios especializados como https://barcodecenter.shop/ fácilmente y por precios asequibles.
Partes de las etiquetas RFID
Las etiquetas RFID se componen fundamentalmente de 3 elementos clave y esto las hace muy sencillas sin perder eficiencia. Se trata de los siguientes:
- Material o sustrato. Se trata del material que reúne todos los elementos y los convierte en una pieza única. Suele estar fabricado con una materia prima que es resistente y que permite garantizar las buenas condiciones de esta herramienta en todo tipo de entornos o condiciones climáticas, por lo que no se daña durante el proceso de transporte o almacenamiento.
- Antena. La antena es lo que ocupa el espacio de prácticamente toda la etiqueta y una de las partes más importantes de la misma. Gracias a ella se pueden transmitir las señales y es posible que la información fluya, la misión fundamental de la herramienta en sí misma. Las hay de varios tipos que pueden ser generalmente pasivas o activas, pero siempre vienen integradas en las etiquetas sea cual sea su funcionamiento.
- Chip RFID. El chip es el circuito que viene en las etiquetas RFID y que permite almacenar la información en ellas, es decir, es como un pequeño ordenador que convierte a este objeto en una herramienta inteligente. También los hay en diferentes formatos según la forma que tienen de obtener la energía necesaria para funcionar debidamente.
Los diversos usos de etiquetas RFID en el seguimiento logístico

Ahora ya puedes hacerte una idea más clara de qué son las etiquetas RFID y cómo funcionan, pero, ¿sabes todo el partido que se puede sacar de ellas en el ámbito logístico?, ¿qué usos se dan en los trabajos de seguimiento? Te los mostramos todos, a continuación.
Control y gestión del stock y el inventario
El seguimiento de logística parte de un óptimo control del inventario, pues sin él es imposible saber dónde se encuentra cada producto y cuándo se necesita hacer una reposición del mismo. Uno de los usos que se dan a las etiquetas RFID es precisamente este, pues permiten optimizar este control y facilitar el proceso guardando la información necesaria en sus pequeños chips.
Rastreo con tecnología GPS
En la actualidad, estas etiquetas están muy avanzadas y permiten ampliar sus funciones para el ámbito logístico. Es posible incorporar en ellas la localización GPS para hacer un seguimiento totalmente riguroso de los paquetes en logística, sabiendo el punto exacto en el que se encuentran en cada momento. Esto nos ofrece un abanico de posibilidades inmenso para la trazabilidad y para el control a lo largo de todo el trayecto, haciendo casi imposible que se pierdan mercancías en el proceso.
Datos personalizados de cada producto
Gracias a las etiquetas RFID se puede incorporar información personalizada de cada producto por unidad. Lo que conseguimos con esto es que cada paquete pueda ser perfectamente identificado sin confusiones para mejorar el seguimiento, pero también será tratado con los protocolos oportunos. Es decir, los trabajadores pueden saber si necesita condiciones especiales como la refrigeración o el protocolo para objetos frágiles.
Información en tiempo real
Hacer un seguimiento logístico puede ser un reto si vamos chequeando cada paquete en un punto diferente y esperando por la información, ya que se puede extraviar por el camino con pocas posibilidades de recuperación. Al emplear estas etiquetas siempre se obtiene información en tiempo real para mejorar el control en todo momento y minimizar el error humano o los malentendidos.
Recursos humanos y materiales
Uno de los usos clave de las etiquetas RFID es la optimización de los procesos en los recursos tanto humanos como materiales. De esta forma nos deja una mayor disposición para centrarnos en el seguimiento y nos da pie a evitar los despistes. En este sentido, también encontramos un beneficio a la hora de potenciar la productividad y obtener mayor rendimiento del personal.