La mutua me ha puesto un detective, ¿qué puedo hacer?

El trabajo de los detectives es un ámbito bastante desconocido en nuestro país. Lejos de los relatos de ficción, poco sabemos sobre lo que hacen estos profesionales que colaboran con cantidad de entidades a diario, como pueden ser las mutuas. Es posible que te pares a reparar en ello en este momento, justo cuando te has dado cuenta de que tu propia mutua te ha puesto en el punto de mira de un detective.

Debes saber que tu caso no es aislado, ya que estas empresas colaboran muy a menudo con detectives privados. Si quieres saber más sobre ello y conocer mejor cuál es tu situación, sigue leyendo. En este artículo te explicaremos en qué casos intervienen estos profesionales, si es legal y cómo pueden actuar.

¿En qué casos pone detective la mutua?

La mutua es una asociación de empresarios que se crea sin ánimo de lucro con la finalidad de colaborar con la Seguridad Social. Su misión es, principalmente, facilitar a los trabajadores la gestión de los trámites que están relacionados con las contingencias laborales, el cese de la actividad profesional o las incapacidades temporales. Nacieron para cubrir la necesidad de cobertura ante los accidentes en el trabajo.

Hoy en día cubren cantidad de situaciones diferentes en las que los trabajadores se pueden ver incapacitados para continuar su actividad temporal o definitivamente, incluso en los casos de baja por embarazo, lactancias con riesgo o menores que tienen enfermedades graves.

Las empresas tienen la obligación de cubrir a los trabajadores en los casos en los que tienen accidentes o ser ven inhabilitados para ejercer sus funciones, y la mutua ayuda a que esto se haga correctamente. No obstante, el trabajador afectado nunca debe aprovecharse de esta situación o manipular los hechos en su propio beneficio: es justo en ese punto cuando la mutua tiende a poner un detective.

Ante la sospecha de que una persona está fingiendo una baja o alargando su duración sin necesidad, la mutua investiga el caso para evitar el fraude. El detective investiga el comportamiento del trabajador para cerciorarse de que este realmente está incapacitado y no está en perfecto estado de salud, simulando un problema. Fingir este tipo de situaciones conlleva una falta muy grave e incluso puede dar pie a un despido disciplinario. Las investigaciones de detectives expertos en este ámbito como Doverty pueden generar pruebas y documentación suficiente para hacer esta sanción efectiva.

¿Es legal que te pongan un detective privado?

En las relaciones laborales existe la obligatoriedad de cumplir con un principio de buena fe contractual, por lo que todas las partes generan una confianza mutua en la actividad que las une. En los casos en los que los trabajadores cruzan esa línea de buena fe, son los empresarios los que adoptan el derecho de recopilar pruebas con la misión de constatar lo ocurrido ante la justicia. Esta es la única situación en la que la figura de un detective privado es viable, ya que no es posible investigar a un trabajador sin motivo alguno o con otro tipo de fines.

Cuando hay una sospecha de simulación de una baja, el empresario tiene la potestad de poner un detective en vigilancia durante un periodo de tiempo para obtener pruebas que lo confirmen y así tomar las medidas necesarias para su sanción. Sin la documentación suficiente y solo con una intuición personal, la empresa no puede justificar un despido.

Pese a que esto sea viable, el detective siempre debe seguir una serie de principios a la hora de efectuar su trabajo. Los más importantes son el empleo de medios legales para su investigación y el no quebrantamiento de los derechos fundamentales del empleado objeto de la investigación.

¿Dónde puede grabar un detective?

Los detectives privados son profesionales de este ámbito que están habilitados para llevar a cabo actividades de investigación. Las pruebas que estos recojan son aceptadas en los tribunales y sirven como documentos legales acreditados. No obstante, como su actividad está regulada, tienen determinadas limitaciones para ejercer sus funciones y no deben sobrepasar determinadas líneas de actuación.

Los detectives privados hacen una investigación con determinado fin, por ejemplo, el caso de una baja que se está fingiendo. Cuando esta es su misión, los profesionales solo pueden recopilar pruebas en torno a este caso, y tienen limitadas las grabaciones o investigaciones que tengan otro fin diferente. 

Pueden hacer grabaciones siempre que estén en lugares públicos o cuando son los propios detectives los que participan activamente en las conversaciones. A la hora de presentar las pruebas, solo podrá reunir aquellas grabaciones con relación directa con el caso y deben omitir conversaciones de otra naturaleza o que sean personales.

Tampoco tienen la potestad de emplear micrófonos ocultos en áreas que son privadas, por ejemplo, en casas, despachos u oficinas. Este tipo de vulneración de la intimidad está amparada por la ley, así que jamás deben superar este límite. 

La escucha de teléfonos, mensajes de texto o privados, y los mencionados micrófonos ocultos son medios que un detective privado no puede emplear. Este tipo de espionaje solo es viable cuando hay una orden judicial que lo respalda y lo justifica, algo que ejecuta habitualmente algún cuerpo de seguridad del estado y no un detective privado. 

Por lo tanto, si la mutua te ha puesto un detective, debes saber que solo es justificable en los casos en los que exista una sospecha sobre ti referente a una baja o fraude laboral. También que solo podrás ser grabado en tus actuaciones en el ámbito público y en las actividades que estén relacionadas directamente con el objeto de la investigación.