
Marketing de ciudades: definición, objetivos y ejemplos
En la actualidad, existen diferentes tipos de turistas. Están aquellos que desean ser tratados como tal, y por lo tanto, quieren visualizar una ciudad con un guía o con una excursión programada con otras personas. Este tipo se puede ver constantemente en las ciudades más turísticas, sin embargo, existe otro tipo de turistas que lo que busca es todo lo contrario, pasar desapercibido, sentirse uno más dentro de todos los ciudadanos de la ciudad a la que visita. Cada vez el último tipo está más solicitado en las agencias de viajes y por este motivo, te vamos a explicar en qué consiste el marketing de ciudades y algunos ejemplos interesantes.
Marketing de ciudades, ¿qué es?
Los cambios que ha dado el sector turístico en los últimos años ha hecho que los usuarios busquen una forma diferente de disfrutar sus viajes, desde dentro de la ciudad. El modo clásico de realizar una visita a un lugar histórico era por medio de un guía, el cual te enseñaba todo con una explicación, sin embargo, esto hacia que los turistas se sintieran como un elemento extraño, como algo que no encaja en la cultura ni tampoco en la ciudad que está visitando. Esto lo nota también los propios ciudadanos que ven a estas personas como una invasión negativa para su forma de vida, reduciendo la tranquilidad y aumentando el ruido.
Esta nueva forma de ver los destinos turísticos ha hecho que sea preciso crear lo que se llama marketing de ciudades, que trata de las diferentes maneras y estrategias que las empresas pueden ayudar a que los turistas modernos, aquellos que quieren integrarse con la ciudad como si fuesen ciudadanos de a pie tengan opción de hacerlo.
Para esto, no se vende la ciudad como un elemento fuera de lugar, sino como un conjunto, una identidad viva que cuenta con una serie de elementos que la hacen tal cual es

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Objetivos del marketing de ciudades
Aunque esta estrategia cuenta con muchos objetivos, que se van a ir adaptando según las exigencias del usuario, la principal, como hemos nombrado anteriormente es que las personas vean como un todo la ciudad, no como un lugar en el que podrán encontrar tal o cual edificio o monumento. De esta manera, los lugares más emblemáticos no sufrirán aglomeraciones, ya que existen otros lugares que visitar aparte de los más habituales. Que el usuario pueda disfrutar a pie de la ciudad, sin que nadie le guie los hace más libres, pueden optar por tomar un camino u otro, incluso si están buscando la plaza más característica o el monumento que les ha llamado más la atención de dicho lugar. Si van siguiendo en todo momento al guía, se sienten que sí, que han visto todos los puntos de interés, pero que al final, no han sentido qué es lo que se siente realmente en la ciudad.
Estas estrategias pueden ser utilizadas no solo en viajes de una semana, sino también en viajes express de uno o dos días, por lo que conviene tenerlo en cuenta.
Ejemplos del marketing de ciudades
Muchas ciudades han empezado a crear su propia marca con el fin de identificarse como conjunto y no como un sitio donde se pueden ver estos u otros monumentos. Con estos movimientos se busca que los turistas, cuando van a hablar de sus viajes no digan por ejemplo “He ido a visitar este museo u este edifico emblemático”, sino que digan el nombre de la ciudad, y sean capaces, por otro lado, de identificar el tipo de personas que habitan esa ciudad, la gastronomía más típica de la zona o incluso las fiestas culturales que tienen. Este conjunto de elementos, fuera del mero visionado de monumentos, estatuas y edificios, es lo que hace que el turista se sienta más integrado, que, cuando llega a su lugar de origen se siente pleno y con una experiencia mucho más enriquecedora que con las habituales excursiones guiadas en las que, si es cierto se ven los puntos de mayor interés, pero vives todo de una manera más fría, con menos importancia de lo que realmente tiene el visitar una ciudad que cuenta con su historia y con su significado tanto para los ciudadanos que la habitan, como también para el mundo.