¿Qué es la publicidad sexualizada?

El objetivo de este artículo no solo es conocer qué es la publicidad sexualizada, sino que también vamos a ver cuan publicidad sexualizada estamos viviendo en la actualidad. Como vamos a comprobar a lo largo de este artículo, a pesar de que se están introduciendo cambios, la sexualidad está todavía muy presente en la publicidad.  

Para que puedas conocer más información, a lo largo de este artículo vamos a estudiar el fenómeno y las implicaciones que tiene la sexualización de la publicidad.  

¿Qué es la publicidad sexualizada? 

La publicidad sexualizada se trata de una estrategia de marketing que utiliza la sexualidad de manera explícita para captar la atención del público y promover productos o servicios. En esta táctica, se recurre a imágenes, mensajes o representaciones que resaltan la atracción sexual de manera llamativa. Esto puede incluir el uso de imágenes provocativas de cuerpos humanos, aunque no siempre existe una conexión clara con el producto anunciado.  

Es importante señalar que la publicidad sexualizada ha sido objeto de debates y críticas, ya que con frecuencia se le relaciona con la objetivación de las personas y la perpetuación de estereotipos de género. Además, es relevante destacar que este tipo de publicidad puede tener impactos negativos en la percepción y la imagen de la marca, así como en la sociedad en general. 

¿Por qué se apuesta por la sexualización de la publicidad? 

Para dar respuesta a esta pregunta nos hemos puesto en contacto con las escorts de Madrid que podemos encontrar en https://www.casual-escorts.com/madrid/escorts/. Como nos han comentado las expertas, la publicidad apuesta por la sexualidad debido a que sabe que es una manera de atraer a los clientes. Al fin y al cabo, el objetivo de la publicidad es atraer a los usuarios para convertirlos en dinero.  

Cuando hablamos de la publicidad sexualizada, realmente nos damos cuenta de que está en muchos más sitios de lo que pensamos, a pesar de que se está luchando para eliminarla y así conseguir una publicidad igualitaria.  

Cuando hablamos de publicidad sexualizada, en muchas ocasiones se nos vienen a la cabeza las promociones de las discotecas, las cuales siempre apuestan por las chicas ligeras de ropa. Pero no solo en los folletos de publicidad llaman la atención a través de las sexualización, también a través de la propia entrada. En ese caso se opta por ofrecer la entrada gratuita a las mujeres y así se consigue que los hombres paguen. Es un método que cada vez se está poniendo más en duda, pero aun todavía sigue estando presente en muchos locales de ocio. 

Lo que está claro es que durante muchos años se ha abusado de la publicidad sexual para vender. A día de hoy se puede decir que hemos llegado a un límite en el cual la saturación está más cerca que nunca, a la vez que se están tomando medidas para reducirla. Es verdad que se esperaba que la reducción de este tipo de publicidad fuese más rápida, pero la realidad es distinta. Está disminuyendo, pero todavía sigue muy presente en nuestra sociedad como nos comentan las escorts. 

¿Para qué se usa la sexualidad en la publicidad? 

Analizando el mercado nos damos cuenta de que la sexualidad se usa para muchas cosas. Eso sí, siempre tiene el mismo objetivo, vender. Y es que la sexualidad siempre ha servido para llamar la atención de las personas. 

Un ejemplo claro lo tenemos en el mundo del perfume. Siempre se usa o al menos en la gran mayoría de ocasiones a personas sexualmente potenciales para llamar la atención. El objetivo es que el usuario quiera ser como esa persona y decida comprar el perfume.  

Para conseguir buenos resultados, las campañas de marketing incluyen la sexualidad de una manera sutil. El objetivo es introducirlo de manera inconsciente para que el usuario quiera copiar y para conseguirlo quiera realizar la compra.  

Analizando la publicidad sexualizada, en la gran mayoría de ocasiones vemos a personas jóvenes, guapas y con un buen cuerpo. Además se usan vestuarios adecuados para captar la atención con mucha más facilidad.  

Actualmente este tipo de publicidad cada vez está más regulada, lo que quiere decir que el contexto sexual poco a poco el nivel descarado se está reduciendo poco a poco. Pero aun así, las modelos y las escorts son las que más contratos de publicidad suelen recibir porque siguen llamando mucho la atención.  

Si investigamos a la publicidad, nos damos cuenta de que la misma siempre juega con las carencias emocionales y sexuales. De nuevo volvemos a repetir, el objetivo siempre es vender lo que se está publicitando. Y para conseguirlo, se usa a personas que gusten desde el primer momento a la vista. Por ese motivo, en muchas ocasiones no se a personas normales de la calle. 

Además, para aumentar las sensaciones, las personas que salen en los anuncios tienen muchos retoques que las hacen todavía más interesantes a la vista. En cierta manera se busca el engaño para conseguir ventas.  

¿Actualmente la publicidad está sexualizada? 

En cierta manera se puede decir que siempre ha estado y de momento lo seguirá estando. Pero no solo la publicidad tiene un carácter sexual, también el cine, la publicidad. 

Con todo esto, podemos decir que actualmente estamos dentro de una sociedad sexualizada. Pero como dicen las expertas, el sexo no es malo, sino que es algo natural que tenemos que asimilar como algo nuestro. Si asimilamos que el sexo es algo natural y bonito, entonces la sexualidad en la publicidad no será tan dañina para la sociedad. Eso sí, una cosa es añadir un toque sexual a la publicidad y otra crear descriminación por género. 

Es verdad que la publicidad puede evolucionar un poco más hacia el toque intelectual, pero el sexo es algo de nuestro día a día. Eso lo saben muy bien las agencias de publicidad, las cuales lo añadirán de una manera u otra para conseguir darnos lo que buscas de una manera indirecta.  

Tenemos que ser conscientes del tipo de sociedad en la que vivimos y eso nos mostrará el porqué estamos disfrutando de este tipo de publicidad y no de otro tipo. Al fin y al cabo, cada anuncio se adapta al perfil del cliente al cual va dirigido.